ENTRADA 51#OMENAJEALORCA ÍNDICE:
- INTRODUCCIÓN
- POETA EN NUEVA YORK
- ENTREVISTA
- CONCLUSIÓN
- NOTAS A APÉNDICES
“Escribir con sencillez es tan difícil como escribir bien.”
- Somerset Maugham.
CONFERENCIAS CON FEDERICO IIEdición del año de la celebración del centenario de su nacimiento.Pág. 74. Un poeta en Nueva York
Señoras y señores:Siempre que hablo ante mucha gente me parece que me he equivocado de puerta.Unas manos amigas me han empujado y me encuentro aquí. La mitad de la gente va perdida entre telones, árboles pintados y fuentes de hojalata y, cuando creen encontrar su cuarto o círculo de tibio sol, se encuentran con un caimán que los traga o… con el público como yo en este momento.Y hoy no tengo más espectáculo que una poesía amarga, pero viva, que creo podrá abrir sus ojos a fuerza de latigazos que yo le dé.Federico García LorcaPág. 114. EL POETA EN NUEVA YORKConferencia y lectura de versos por Federico García Lorca en la Residencia.Federico García Lorca, el gran poeta de nuestros días, ha pronunciado ayer en la Residencia de Señoritas una conferencia, ilustrada con lecturas de sus más recientes poemas. El público, selectísimo y numeroso, ha tributado a Federico García Lorca un homenaje ferviente, cerrando su maravillosa conferencia con una salva de aplausos.Víctor de la Serna, 1932CONFERENCIAS CON FEDERICO IIDos barcos hacia el W. navegan a poblar un país. Uno, que tiene un nombre poetiquísimo, Flor de Mayo,(ya habréis visto esos grabados dulzones de los puritanos de la Mayflower, que decoran todos los clubes de rastacueros del mundo), ha levado anclas de un puerto en paralelo 52 al Norte. Polders de un verde lavado, vaquitas preciosas como porcelanas, aspas de achicadoras. A bordo, muchas biblias luteranas, hipocresía y remilgo cubriendo la verdadera mercancía: ambición y codicia. El otro barco no tiene nombre ni bandera. Navega en corso, con una tripulación de fortuna, sin rol ni patente. Arbola aparejo de bergantín sobre rojos mástiles de pino. * Ha levado anclas 52 grados al Sur, de una playa bárbara, con un nombre portugués o español.Puede que el capitán lleve una biblia luterana también en el cuarto de derrota y lea salmos mientras gime en los tambuchos de la negrada que cazaron en la selva. En cubierta, sobre la cureña de roble de una bombarda, un marinerito rubio canta baladas y barcarolas inefables.Allá abajo el rey negro -agrio olor de carne macerada y de galleta fermentada- ahoga la canción de la selva. Esa canción que se entona para esta tetralogía: Dios, la Muerte, la Guerra, el Amor. Y para nada más.Los nietos de la tripulación del Flor de Mayo tienen ahora reyes. Unos ancianos muy afeitaditos, con suaves melenas blancas; unos ancianos que no beben, que no fuman, que leen libros para educar la voluntad y el carácter.Y que acaban suicidándose bobamente en un cuarto de su palacio, como ese Eastman.Los nietos de la carga negra del barco sin nombre sin pabellón ni rol ni patente, tienen reyes también. Reyes de sangre de reyes. Ahora son, como antes, esclavos de los hombres blancos. Y el rey de Harlem lleva un levitón de conserje y unos guantes blancos de algodón barato.ÉSTE NO SE SUICIDARÁ. Lo empañarán los benditos y evangélicos cuáqueros de “nafta” y le prenderán fuego colgado de un tilo.Federico García Lorca
- ENTREVISTA
- Pregunta la revista La Aventura de la Historia:
¿Ordenó Franco trasladar sus restos y ocultar pruebas, cuando la prensa internacional empezó a informar?
- Responde Gabriel Pozo:
Lorca fue enterrado en alguno de los puntos anteriores.
No obstante, existen bastantes probabilidades de que los golpistas granadinos desenterraran sus restos y los “escondieran” (quizás entre los miles de cadáveres de los pozos de Víznar) cuando Franco empezó a preguntar qué había sido del poeta. No es que Franco ordenara “esconder” el cadáver, sino que se lo escondieron sus subordinados en Granada para soslayar responsabilidades. Este hecho está documentado por boca del alcalde Antonio Gallego y Burrín, quien se le oyó decir a los militares.Franco pidió varios informes para saber la verdad, incluso el último pocos años antes de su fallecimiento. Creo que nunca llegó a saber la verdad sobre la muerte de Lorca.Gabriel Pozo, Autor de Lorca, el último paseo.Revista La Aventura de la Historia, AÑO 12 Nº 136
Y LO MÁS GRAVE, excavado el lugar cercano a Víznar (acogiéndose a la Ley de la Memoria Histórica), donde, por tradición, se suponían enterrados a Lorca y sus compañeros de infortunio, los investigadores declaranque allí no hay restos humanos ningunos,que allí nunca enterraron a nadie.
- GIBSON, I., El asesinato de García Lorca, Madrid, Punto de Lectura, 2005.
- POZO, G., Lorca, el último paseo, Granada, Almed, 2009.
- CONCLUSIÓN
Las dos tripulaciones son el fermento-base de Nueva York, donde ha estado el poeta Federico García Lorca, natural y vecino de Granada, ciudad de España, paraíso perdido del moro.Federico García Lorca conjuró ayer a “su duende” que acudió a retozar en la cátedra de la Residencia de Señoritas (la mejor colección de jerseys y de cabezas de mujer que pueden presentarse en España).La visión poética de Nueva York que trae Federico García Lorca es una maravilla de gracia y de matiz, el más feliz logro de nuestra poesía contemporánea, por ahora y por bastante tiempo. El público, afortunadamente lo bastante cultivado para no ir a buscar en la poesía anécdotas, sino imágenes, gracia y eso, poesía, siguió los tres ciclos de los poemas de Lorca con una atención y una devoción sin un fallo.
- Primer ciclo: La llegada del poeta al pueblo “sin raíces”.
- Segundo ciclo: Harlem, el barrio negro, y el poema “El rey de Harlem”, obra maestra, por el momento, en la poética lorquiana.
- Tercer ciclo: El campo y Wall Street arruinado. El pavor del abismo de un pueblo “que nunca ha luchado ni luchará por el cielo”
Y, finalmente, la evasión del poeta, una evasión alegre, por el bisel antillano, al paisaje de caja de tabacos, con negros sin drama, negros catedráticos que dicen “nosotros los latinos” y dicen “boberías” graciosas en una estampa donde los amarillos de Cádiz tienen un tono más subido, y las rosas de Sevilla, y los verdes de Granada. El Malecón, donde todavía, con sus “ojos gachones”,paseaba una mañanapor el muelle de La Habanala morena Trinidad.Federico García LorcaCONFERENCIAS CON FEDERICO IIFederico García Lorca, evadido de Nueva York, hace su poema antillano, un poema popular, para cantarlo, un son, que es éste:
Con estos versos terminó García Lorca, admirable de estilo como conferenciante y como recitador de sus propios poemas.Víctor de la Serna, 1932
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Conclusión: Su alma, junto a sus huesos, han levado anclas 52 grados al Sur, de una playa bárbara. Flor Ka, 5 de abril de 2020
- NOTAS A APÉNDICES
Edición de Miguel García-Posada.El poeta en Nueva York. Conferencia y lectura de versos por Federico García Lorca en la Residencia.
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Se trata de una crónica que indica la existencia de al menos una introducción distinta de la conocida, y que quizá remitía al primer proyecto del libro, La Ciudad , que el poeta anunció en 1931.Publicada en El Sol (Madrid), 17- III- 1932; recogida por Laffranque, “Federico García Lorca” Nouveaux textes en prose”, cit., pp. 266-269.