Cartas que nunca leerás
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MIS GANAS EN RON
Hoy te he vistoy me ha dado un vuelco el corazón.Tipo listo,comprensivo y encantador.Pero un bichopor la tripa me ha rondado.No te he dichoque tus ojos me han clavado.Y te has idopues tu chica te esperaba.Yo me quedocomo siempre con las ganas.Las ganas de ti.Mis ganas en ron,hace tiempo que olvidécómo era el saborque en… Continue reading
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Clarissa
Samuel Richardson De la Historia de Clarissa Harlowe El señor Lovelace al caballero John Belford M. Hall, jueves 14 de septiembre Desde el fatal siete de este mes, estoy perdido para mí mismo y para todas las alegrías de la vida. Podría remitirme a una fecha anterior a ese fatídico día siete, en cuyos futuros… Continue reading
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A LA HOGUERA
No sé quién eres.Sé que no te nombro por dentro. No sé quién eres.Sé que no me ahogo en lamento. No sé quién eres.Sé que no miento. No te añoro.No te siento.No busco tu encuentro. Creí una vez que eras túquien me alentó una mañana,vistiéndome con la luzque entró al abrir la ventana. Bah, mi… Continue reading
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La Ventanera
Después de «echar mis versos del alma» que diría José Martí en boca del gran José Fernández Díaz, estoy desempolvando esta novela que lleva mucho tiempo en el cajón; una novela donde en forma de «impresiones» reales o no, se abre una cueva oscura. ¿Se atreverán a entrar Olalla y Pablo? Continue reading
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FERMÍN
Y murió como el pájaro, cantando. Posándose en la cumbre huracanada. Alcurnia de la vida, contemplando. La misma que le dio todo por nada. Y llenó de valor su alma, errando. Fue un llanto de guitarra su tonada. Que nació del arrullo y en su lecho las alas dejó atadas a su pecho. Continue reading
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II
II Noches al pie del cañón guardo en un viejo cajón. Noches guardo de madera, quemarlas todas quisiera. Por haber sido cobarde ese cajón ya no arde. Por haber echado tierra ese cajón ya no abre… Ni cierra. Continue reading
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El rosario
La habanera era número obligado de todas las serenatas callejeras de aquellos días, y la mujer, personaje muy principal en cuantas fiestas o manifestaciones republicanas se celebraban en la ciudad.Recuerdo la música de aquel baile, todo lo bien que permite mi desastroso oído. La letra, de una deliciosa coherencia, decía así: Republicana del alma mía:tú,… Continue reading