
Miguel de Unamuno, escritor
España, 1864-1936
Adversario continuo de todo poder y condenado por todos; católico agónico, pensador el sentimiento trágico; desesperado por lo que consideraba la mezquindad de España, hay quienes creen que es el ejemplo vivo e intelectualmente poderoso del español de su tiempo, que no se ha extinguido.
Obtiene el rectorado de Salamanca en 1901, del que será despojado y condenado a 16 años de prisión (no cumplidos) por injurias al Rey en 1914; desterrado a Fuerteventura por el dictador Primo de Rivera; diputado por la República, de la que renegó. En 1936, rector en Salamanca, se sumó al régimen de Franco recién instaurado; pocos días después vio que se había equivocado, y pronunció la famosa frase: “Venceréis pero no convenceréis” en un acto público; el general Millán Astray le respondió con la frase: “Muera la inteligencia” y Unamuno se retiró a su casa, donde murió días después. Como poeta decía que todo sentimiento debe ser pensado; como idealista político, que hay que rescatar el sepulcro de Don Quijote; como pensador religioso, pasó su via en la dialéctica entre razón y fe, entre la esperanza de la via eterna y el pavor a dejar de existir.
EDUARDO HARO TECGLEN, periodista
FUENTE: EL PAÍS