No sé quién eres.
Sé que no te nombro por dentro.
No sé quién eres.
Sé que no me ahogo en lamento.
No sé quién eres.
Sé que no miento.
No te añoro.
No te siento.
No busco tu encuentro.
Creí una vez que eras tú
quien me alentó una mañana,
vistiéndome con la luz
que entró al abrir la ventana.

Bah, mi llanto no es verdadero,
ni recuerdo que lo fuera,
mas si algún día fue sincero
sin dudar lo eché a la hoguera.
El caso es que me dolía
una despedida.
Sería tu ausencia,
o pudo ser la bebida.
Pudo ser que ocuparas mi existencia
justo cuando esta se hundía en lodo.
Pudo ser que mataras mi inocencia,
pudo ser y lo fue, en cierto modo.
El caso es que mi llanto
es falso por completo.
No diré que en tu encanto
no sentí amor repleto…
Pues mentiría.
Pero no sé quién eres,
con lo cual, no sé
qué te quería.
GRACIAS