La Celestina es la obra más importante de la literatura española, si descontamos el Quijote.
Está totalmente escrita en forma dialogada, pero no es representable, dada su gran extensión.
Pertenece a un género característicamente medieval, llamado comedia humanística, creado por Petrarca en el siglo XIV, que alcanzó gran difusión en Italia. Y está destinada, pues, a la lectura, no a la representación.
La primera versión de la obra, publicada en Burgos en 1499, se titulaba Comedia de Calisto y Melibea.
No se conserva en España.
En 1502 aparece una segunda versión titulada Tragicomedia de Calisto y Melibea.
En los preliminares del libro leemos que el manuscrito del primer acto, escrito por un desconocido, llegó a manos del bachiller Fernando de Rojas, quien, entusiasmado al leerlo, decidió continuar la obra.
Algunos críticos no lo creyeron así, pensando que una obra tan perfecta tenía que haber salido de una sola mano.
La crítica actual ha confirmado las declaraciones de Rojas al demostrar que el estilo y las fuentes del acto I ofrecen claras diferencias con el resto. Pertenece, pues, a un autor desconocido. Los actos restantes de La Celestina pueden atribuirse, sin vacilación, a Fernando de Rojas.

FERNANDO DE ROJAS
Poseemos algunos datos seguros acerca de este escritor. Nació en La Puebla de Montalbán (Toledo) hacia 1475.
Fue judío converso.
Estudió Leyes en Zalamanca.
Fue Alcalde de Talavera de La Reina en 1538. y poseyó una notable biblioteca, en la cual figuraban, por ejemplo, algunas obras latinas de Petrarca, cuya huella es tan abundante en La Celestina a partir del segundo acto.

La obra de Rojas debe su trascendencia al vigor con que los personajes viven pasiones incontenibles, llevadas al extremo de un desenlace trágico.
Celestina es diabólicamente elocuente.
Fuente: Apuntes B.U.P.
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